lunes, 20 de febrero de 2017

Caridad (2014). El Señor pide el amor a los enemigos. Papa Francisco, Homilía en Santa Marta (11 de septiembre). Es la difícil novedad del Evangelio. Esta es la vida cristiana. Jesús nos pide ser misericordiosos y no juzgar. Muchas veces parece que nos hayan nombrado para juzgar a los demás: todo el tiempo murmurando, criticando… Ser cristiano no es fácil, pero no podemos ser cristianos solo con la gracia de Dios, si no ponemos nuestras fuerzas.Una primera lectura de este Evangelio, asusta, espanta. Pero podemos hacer una segunda, una tercera, una cuarta lectura, del capítulo 6 de San Lucas. ¡Hagámoslo!


1 Caridad (2014). El Señor pide el amor a los enemigos. Papa Francisco, Homilía en Santa Marta (11 de septiembre). Es la difícil novedad del Evangelio. Esta es la vida cristiana. Jesús nos pide ser misericordiosos y no juzgar. Muchas veces parece que nos hayan nombrado para juzgar a los demás: todo el tiempo murmurando, criticando… Ser cristiano no es fácil, pero no podemos ser cristianos solo con la gracia de Dios, si no ponemos nuestras fuerzas.Una primera lectura de este Evangelio, asusta, espanta. Pero podemos hacer una segunda, una tercera, una cuarta lectura, del capítulo 6 de San Lucas. ¡Hagámoslo! Cfr. Papa Francisco, Homilía de la misa en Santa Marta, 11 de septiembre de 2014 Jueves, 11 de septiembre de 2014 1 Corintios 8, 1b-7.11-13; Salmo 138; Lucas 6, 27-38 "La difícil novedad del Evangelio" Amad a vuestros enemigos, nos pide el Señor en el Evangelio de hoy (Lc 6,27), mostrando el camino del amor sin límites. Y nos pide rezar por los que nos tratan mal (cfr. 6,28). Fijaos qué verbos emplea: Amar, hacer el bien, bendecir, rezar, no rechazar. Es darse a sí mismo, entregar el corazón, precisamente a los que no nos quieren, a los que nos hacen daño, a los enemigos. Esa es la novedad del Evangelio. Jesús dice que no tiene ningún mérito amar a los que nos aman, porque eso también lo hacen los pecadores (cfr. 6,32). En cambio, los cristianos están llamados a amar a sus enemigos: Haced el bien y prestad sin esperar nada, sin interés, y vuestra recompensa será grande (cfr. 6,35). Sí, el Evangelio es una novedad, una novedad difícil, que consiste en ir tras los pasos de Jesús. —Pues, ¡yo no me veo capaz de actuar así! —Bueno, si no eres capaz, es tu problema, pero el camino cristiano es ese, es el camino que Jesús nos enseña. ¿Y qué tengo que hacer? Ir por el camino de Jesús, que es la misericordia: sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso (cfr. 6,36). Solo con un corazón misericordioso podremos hacer todo lo que el Señor nos aconseja, hasta el final. La vida cristiana no es autorreferencial; es vida que sale de sí misma para darse a los demás. Es don, es amor, y el amor no se vuelve sobre sí mismo, no es egoísta: se da. Jesús nos pide ser misericordiosos y no juzgar. Muchas veces parece que nos hayan nombrado para juzgar a los demás: todo el tiempo murmurando, criticando… ¡Juzgamos a todos! Pero el Señor nos dice: No juzguéis y no seréis juzgados. No condenéis y no seréis condenados (cfr. 6,37). Y al final nos pide: perdonad y seréis perdonados (cfr. 6,37). Todos los días lo decimos en el Padrenuestro: Perdónanos como también nosotros perdonamos. Pero si yo no perdono, ¿cómo voy a pedir al Padre que me perdone? Esta es la vida cristiana. —Pero, ¡eso es de locos! —Sí. Se lo hemos escuchado estos días a San Pablo que decía lo mismo: La necedad de la Cruz de Cristo (cfr. 1Cor 1,18), que no tiene nada que ver con la sabiduría del mundo. —Pero entonces, ¿ser cristiano es como volverse tonto, en cierto sentido? —Sí. En cierto sentido, sí. Es renunciar a esa astucia del mundo, para hacer todo lo que Jesús nos dice que hagamos y, si echamos cuentas, si hacemos balance, parece que sale a nuestra contra. Pero ese es el camino de Jesús: magnanimidad, generosidad, darse a sí mismo sin medida… Para eso vino Jesús al mundo, y así actuó: dio, perdonó, no habló mal de nadie, no juzgó. Ser cristiano no es fácil, pero no podemos ser cristianos solo con la gracia de Dios, si no ponemos nuestras fuerzas. Y aquí viene la oración que hacemos todos los días: Señor, dame la gracia de ser un buen cristiano, porque yo no soy capaz. Una primera lectura de este Evangelio, asusta, espanta. Pero podemos hacer una segunda, una tercera, una cuarta lectura, del capítulo 6 de San Lucas. ¡Hagámoslo! Y pidamos al Señor la gracia de entender qué es ser cristiano, y la gracia de que Él nos haga cristianos, porque no podemos hacerlo solos. www.parroquiasantamonica.com Vida Cristiana

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

Imprimir

Printfriendly